10 maneras eficaces de ahorrar energía en casa

En la actualidad, cada vez más gente apuesta por un consumo de energía consciente y responsable. Esto no sirve solo para reducir las facturas de la luz y el gas, sino que también supone un aporte a la protección medioambiental. Ahorrar energía en casa es cada vez más popular, ya que no solo nos lo agradece nuestro bolsillo, sino principalmente nuestro planeta. En este artículo te contamos por qué la energía solar está cada vez más de moda, qué ventajas ofrece usar una iluminación de bajo consumo, por qué el aislamiento térmico es la clave para ahorrar energía con eficacia y qué hábitos sencillos pueden ayudar a reducir el consumo de energía.

1. Energía solar: una inversión de futuro

Una de las mejores maneras de ahorrar energía en casa consiste en utilizar energía solar. Instalar paneles fotovoltaicos en el tejado permite obtener energía limpia del sol para alimentar nuestros aparatos y bombillas. Esta solución no solo es ecológica, sino también rentable, ya que puede traducirse en unos ahorros considerables a largo plazo. De este modo, reduces la emisión de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a disminuir el calentamiento global.

2. Luz de bajo consumo

Sustituir las bombillas tradicionales de bajo consumo por LED es un método efectivo y sencillo para reducir el consumo de energía en casa. Las LED consumen mucha menos electricidad y tienen una vida útil más larga. Gracias a ellas, también puedes reducir las emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero responsables del cambio climático.

3. Aislamiento térmico: la clave para ahorrar energía

Un aislamiento térmico adecuado es fundamental para ahorrar energía en invierno. Un edificio con un buen recubrimiento y ventanas aislantes garantiza unas condiciones óptimas de temperatura en casa. Una vez mejorado el aislamiento térmico, disminuirá la cantidad de energía necesaria para calentar el edificio, lo que permite reducir el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono.

4. Limitación de las pérdidas de calor

Sellar puertas y ventanas y usar persianas con aislamiento térmico son medidas que sirven para reducir las pérdidas de calor en casa. Gracias a esto, la temperatura dentro del edificio se mantiene constante, lo que disminuye considerablemente la demanda de energía para calentar o enfriar el interior, además de aumentar la eficiencia energética del hogar y reducir el impacto medioambiental.

5. Ajuste de temperatura

La temperatura óptima en interiores es de 18-20 °C. Si usas termostatos y programadores, puedes asegurar que la temperatura se encuentre al nivel adecuado en todo momento. Así no solo ahorrarás en facturas de la luz, sino que también limitarás las emisiones de los gases de efecto invernadero relacionados con la producción de calor.

6. Mantenimiento periódico de electrodomésticos

El mantenimiento y la limpieza periódicos de neveras, lavadoras y otros electrodomésticos permite que funcionen con más eficiencia y consuman menos energía. Además, así te evitas tener que reponerlos cada cierto tiempo, lo que se traduce en un menor consumo de recursos naturales y menos emisiones de contaminación relacionadas con la fabricación de nuevos dispositivos.

7. Apagar aparatos que no se usen

Acuérdate también de apagar los aparatos que no estés usando, ya que pueden consumir energía incluso en modo de espera. Este sencillo hábito permite ahorrar energía y reducir la demanda de producción de energía eléctrica, lo que se traduce en menos emisiones de gases de efecto invernadero. Hay soluciones innovadoras, como el hogar inteligente, que pueden ayudar a controlar el uso de los aparatos. Si quieres saber más, te recomendamos el artículo Qué es la casa inteligente.

8. Ahorro de agua

Si utilizas grifos y duchas de bajo consumo, con regulación del caudal de agua, puedes reducir el consumo de energía necesaria para calentarla. Limitar la cantidad de agua caliente ayuda a reducir el consumo de energía, ya que hará falta menos para calentar el agua, algo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

9. Electrodomésticos de bajo consumo

Cuando compres un electrodoméstico nuevo, fíjate en su clase energética. Los de clase más alta consumen menos energía. Así, no solo reducirás tus facturas de la luz, sino que limitarás el consumo de los recursos naturales necesarios para producir aparatos de bajo consumo.

10. Reciclar y reducir 

Al consumir menos, se necesita menos energía para producir nuevos productos. Por eso merece la pena reciclar y reducir la cantidad de residuos. Reciclar materias primas permite ahorrar energía que, de otro modo, sería necesaria para extraer y procesar nuevos materiales. Además, limita la emisión de gases de efecto invernadero asociada a la producción.

Si invertir en aparatos de bajo consumo requiere una aportación económica superior a tu presupuesto, siempre puedes considerar pedir un préstamo o crédito. Los bancos ofrecen instrumentos de todo tipo que ayudan a financiar proyectos relacionados con ahorrar energía en casa. Para este tipo de inversiones, te puede venir de perlas el minipréstamo.  Si planificas como es debido y aprovechas las medidas al alcance de tu mano, puedes reducir considerablemente el consumo de energía y gastar menos en luz y gas. Ahorrar energía no solo ayuda a cuidar del medioambiente, sino también a disfrutar de beneficios económicos con efectos a largo plazo. Así pues, te recomendamos tomar medidas ya mismo para contribuir a proteger nuestro planeta.