Los mejores consejos para que tu tarjeta de crédito no se convierta en un dolor de cabeza
Uno de los principales problemas con las tarjetas de crédito es que la gente no sabe cómo usarlas y cuando menos se dan cuenta, vienen arrastrando unas deudas terribles, difíciles de pagar y que en muchas ocasiones los llevan por vía directa a formar parte de los morosos de la ASNEF o de otras listas.
Al ser un ‘crédito autorizado’, una tarjeta de crédito, si bien te facilita la vida en muchos sentidos, también puede estropeártela. Las tarjetas de crédito deben usarse como un método de pago aplazado y no como un método para comprar lo que quieras y pagar cuando puedas. Permítenos aclararte esta última frase.
Cuando recibes una tarjeta de crédito, recibes un crédito autorizado (o límite de crédito) de unos cientos o miles de euros, para ‘gastar’ con ella y pagar 10 o 12 días después de tu fecha de corte. ¿Fácil no? Pues es más fácil todavía pasar y pasar las tarjetas por la terminal para pagar todo lo que se te ocurra. Y este es uno de los mayores problemas. En lugar de planear nuestros gastos y analizar nuestra capacidad de pago, damos rienda suelta a las compras mientras nuestro límite de crédito resista.
Cuando llega el estado de cuenta es que nos damos de topes… gastamos más de lo que quisiéramos y tenemos una fecha límite para pagarlo y caemos en el primer engaño de la tarjeta, pagar el mínimo. ¿Sabías que el mínimo es sólo un 5% a 10% de tu deuda?, pero esto sólo para la primera vez que pagas. Al no pagar el total de tus compras, se generan comisiones e intereses que aumentan tu deuda Por eso, lo recomendable es pagar todo lo que compraste y que viene en el corte de tu tarjeta. De esta forma aprovechas un crédito que te permite adquirir aquello que necesitas si no tienes en ese momento la liquidez, y pagas de forma demorada lo que compraste.
Pagar el mínimo o poco más del mínimo lo único que hace es incrementar tu deuda que se vuelve un problema que parece no tener fin, ya que llega un momento que los intereses y comisiones te empiezan a comer y es cuando se pueden presentar problemas de impago, entre otros.
Tener una tarjeta de crédito te representa muchas ventajas:
Acceso a una línea de crédito en una gran cantidad de establecimientos
Disfrutar de periodos de financiamiento sin intereses
Disposición de efectivo a través de cajeros automáticos
Aval para comprar pasajes de avión, alquilar un auto o reservar hotel
Excelente forma de pago en el extranjero
Disponer del crédito para enfrentar una emergencia
Sin embargo, cuesta trabajo hacer un uso correcto de las tarjetas de crédito. Si las utilizas como un instrumento de financiación, te pueden resultar verdaderamente útiles, pero no se recomienda usarlas de forma recurrente.
A continuación te presentamos algunos consejos que te ayudarán a hacer un buen uso de las tarjetas de crédito y evitar los dolores de cabeza.
No abonar el pago mínimo
Si bien, cuando tienes varias deudas o problemas de liquidez, pagar el mínimo te da un respiro momentáneo, pero no te estás haciendo ningún favor. Cuando abonas el mínimo cada vez que pagas tu tarjeta, estarás pagando mucho más por tus compras que el precio original, ya que los intereses de una tarjeta de crédito son bastante altos. Esto sin contar en que vas a tardar una eternidad en liquidar la tarjeta aún si no sigues comprando con ella. Por lo general, al final del estado de cuenta en letras pequeñísimas se muestra cuántos meses tardarás en liquidar tu deuda actual si sólo pagas el mínimo, y esto es porque el mínimo prácticamente cubre los intereses de tu deuda de ese mes y le abona muy poco al capital, o sea, tus compras.
Es mejor pagar mucho más del mínimo, para poder saldar tu deuda en un menor tiempo aunque lo ideal sería liquidar tu saldo deudor en un solo pago.
Sólo retira dinero a crédito en casos de verdadera emergencia
Una de las principales ventajas de una tarjeta de crédito es que puedes retirar dinero a crédito cuando no tienes liquidez y necesitas efectivo de forma urgente. Sin embargo, como todo préstamo (porque este es un préstamo que te hace tu tarjeta), no es gratis. Al menos te cobran un 3% de comisión con un mínimo de tres euros por disponer de ese dinero, además de los intereses que devengaría ese préstamo en caso de no liquidarlo en tu próximo pago.
Lleva un control de los gastos que haces con tus tarjetas de crédito
Todos conocemos, o debemos conocer, nuestra capacidad de pago y más si estamos haciendo uso de un crédito. Es importante tener un presupuesto donde se detallen todos nuestros gastos mensuales e incluir el pago de la tarjeta como un gasto más. Si sabes que sólo puedes pagar 100 euros mensuales a tu tarjeta, lo ideal es que tus compras con tarjeta no superen ese monto. De esta forma usas la tarjeta como un método de pago diferido que no te cuesta más. Pero no siempre estamos en el caso ideal. Si esos 100 euros que puedes pagar de forma mensual a tu tarjeta de crédito, no son suficientes para cubrir ni siquiera el mínimo, es que tu uso de la tarjeta de crédito se ha salido de control porque estás incurriendo en un impago, que es muy caro ya que al menos tu tarjeta te cobrará comisiones adicionales por falta de pago. Tendrás que buscar la forma de cubrir aunque sea el mínimo en lo que equilibras tus finanzas, buscar renegociar tu deuda, o pedir un préstamo, pero esto último no es recomendable, ya que estarías tapando un hoyo haciendo otro.
Benefíciate de los seguros que obtienes al pagar billetes de avión y hospedaje en tus viajes
Cuando usas tu tarjeta de crédito para pagar billetes de avión o reservas de alojamiento te puedes beneficiar de los seguros que estas ofrecen. Muchas de las tarjetas de crédito incorporan protección en compras, seguros de viajes o de accidentes. Antes de viajar, bien vale la pena que le des un vistazo a los seguros que te ofrece tu tarjeta de crédito en la compra de tus billetes y reservas de hotel.
Aprovecha los descuentos que obtienes en ciertos establecimientos al pagar con tu tarjeta
Hay muchas tarjetas de crédito que te ofrecen descuentos en ciertos establecimientos como tiendas de ropa, gasolineras, restaurantes y hoteles al pagar con ellas.Pero para que esto sea un verdadero beneficio, debes pagar esas compras en su totalidad en tu próximo estado de cuenta, de lo contrario pierdes el beneficio ya que al no liquidar esas deudas, acabarías pagando intereses sobre esas compras los cuales en ocasiones son más elevados que el descuento que recibiste.
Las tarjetas de crédito son ambas cosas, una bendición o una maldición, dependiendo de cómo las uses. Esperamos que estos consejos te ayuden a evitar que una deuda en tarjeta de crédito se convierta en un dolor de cabeza.