Cuántas veces te has preguntado cómo se obtiene el monto de tu sueldo neto, ese que recibes en tu cuenta cada quincena.
Principalmente, el sueldo neto resulta de quitarle al sueldo bruto (ese que te ofrecieron al contratarte), la cuota de la Seguridad Social y tu retención del Impuesto de Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Conocer cómo se calcula el salario neto es muy importante para todos los asalariados, desde el que consigue su primer empleo, al que ya tiene un empleo pero busca cambiar de empresa y anda en busca de otro en portales especializados, e incluso, los que enfrentan un recorte por la crisis.
El salario neto es la cantidad que finalmente el empleador acaba ingresando en la cuenta del trabajador. Es la nómina neta, ya sea en 12 o 14 pagas.
¿Qué sucede si no tienes ni idea de cómo se calcula? ¿Cómo puedes hacer un presupuesto en base a tu ingreso mensual si no conoces cuánto en realidad va a ingresar a tu cuenta? El sueldo o salario neto se calcula a partir de tu sueldo bruto, el ofrecido en tu contrato de trabajo y para poder calcularlo influyen muchos factores, como puede ser tu situación familiar.
En tiempos de crisis como este, donde hay que cuidar del dinero más que nunca y donde probablemente te hayas visto obligado a aceptar un salario más bajo por no perder el empleo, es imprescindible saber cuánto es lo que vas a recibir en cuenta y de esta forma saber si tienes que hacer ajustes o recortes al gasto o puedes ahorrar un poco más.
Salarios a la baja
De acuerdo a las últimas estadísticas de Adecco, uno de los portales de búsqueda de empleo líderes en España y en el mundo, el salario medio español ha sufrido su mayor caída en los últimos 50 años por la crisis actual debida al coronavirus, a 1.641 euros mensuales, siendo el salario más bajo de alrededor de los 480€ y el más alto de alrededor de 4.490€. Estos son los salarios medios mensuales actuales en España:
Comunidad
Salario medio mensual
Madrid y País Vasco
1.990 €
Navarra y Cataluña
1.880 €
Asturias
1.700 €
Aragón y Cantabria
1.600 €
La Rioja, Galicia, Castilla-La Mancha, Valencia, Andalucía, Castilla y León
1.500 €
Murcia y Extremadura
1.400 €
¿Qué es el sueldo neto?
El salario neto se refiere a la cantidad exacta de dinero que percibes, ya que en tu nómina se incluyen una serie de conceptos, principalmente las cuotas a la seguridad social y el pago de Impuesto de Renta de las Personas Físicas, que no llegan a tu cuenta.
De esta manera, para calcular tu sueldo neto es necesario descontar del sueldo bruto tu cuota correspondiente a la Seguridad Social y tu pago del IRPF.
Neto o bruto, bruto o neto…
Todo trabajador debe saber la diferencia cuando pacta un salario al contratarse en una empresa, pues es habitual confundirlos uno con otro y finalmente, el importe que se recibe en nómina es menor que el esperado porque el trabajador no ha considerado que hay que aplicar las retenciones.
¿Qué diferencia hay entre el sueldo neto y el sueldo bruto?
El salario bruto, también conocido como salario líquido, corresponde al importe total antes de aplicar las retenciones. Puedes ver al salario bruto como el salario neto más el resto de las cuantías que aparecen en tu nómina. Estas cuantías pueden ser las correspondientes a los impuestos obligatorios como el IRPF y las cuotas a la Seguridad Social, o los importes destinados a prestaciones o indemnizaciones pactadas con la empresa, en caso de que las haya.
El sueldo bruto es el que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) considera para el cálculo de la prestación por desempleo y también, para estimar tanto la pensión de jubilación como una indemnización en caso de despido.
Retenciones que hacen variar el sueldo neto
Retención destinada a las cotizaciones de la Seguridad Social
Esta retención sirve para contribuir al pago de las bajas laborales, ya sean por contingencias comunes, por accidentes de trabajo o incluso, por desempleo. La retención también puede sufragar otros aspectos, como sería la formación de los trabajadores. Las cantidades devengadas en la nómina por este concepto variarán en función de la modalidad del contrato del trabajador, si este es indefinido o si es temporal.
Retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas tiene como objetivo sostener los gastos públicos del estado. Es un gravamen que el Estado cobra a las personas en función de sus ganancias a lo largo de un año y también, de su situación personal. Este impuesto es progresivo, es decir, cuanto más se gana, más se tributa.
El impuesto sobre la renta de las personas físicas puede ser superior o inferior para un mismo salario bruto de un trabajador, de acuerdo a la comunidad autónoma en la que reside, ya sea Madrid, Barcelona, Zamora o Compostela, entre otros. Esto se debe a que existen tramos estatales y autonómicos, con los que pueden darse algunas diferencias para un mismo salario bruto en diferentes comunidades.
Las cotizaciones de la Seguridad Social
La obligación de cotizar a la seguridad social nace desde el inicio de la prestación del trabajo y no se interrumpe mientras dure la relación laboral entre el empresario y el trabajador.
Incluso, esta obligación debe subsistir en las situaciones de incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo o en la lactancia natural, durante el disfrute de los periodos de descanso por maternidad y paternidad, o en los periodos de prueba del trabajador.
Esta obligación termina al finalizar la prestación de trabajo, una vez que se presenta el parte de baja del trabajador dentro de los siguientes 3 días naturales.
El tipo de cotización es el porcentaje que se aplica a la retribución mensual del trabajador, sueldo bruto y su pago por horas extraordinarias cuando existen. El tipo de cotización a la seguridad social se distribuye entre empleador y empleado, siendo el empleador el que paga la mayor parte.
El porcentaje que se aplica depende de la actividad que desempeñe el trabajador, su tipo de contrato, ya sea a tiempo completo o parcial, entro otros. En forma general, podríamos decir que el porcentaje de la aportación a la Seguridad Social por parte del trabajador varía de un 6 a un 7%, mientras que el del empleador varía de un 32 a un 38%.
El responsable del ingreso de la cotización tanto de la empresa como la de sus trabajadores es el empleador mismo, por lo que descontará del salario de sus trabajadores las aportaciones que les correspondan en el momento de su abono.
El Impuesto de Renta de Personas Físicas
Actualmente, de forma general los trabajadores que están obligados a declarar son aquellos que reciben un salario bruto superior a los 22.000 euros de un único pagador. En el caso de tener más de un pagador y las dos mayores cantidades superan los 1.500 euros por pagador, el límite para declarar se reduce hasta los 12.643 euros, de acuerdo con el portal oficial de la Agencia Tributaria.
A través de esta deducción del IRPF en la nómina del trabajador, el empleador retiene una parte del salario bruto del empleado para ingresarlo a Hacienda en su nombre (del trabajador). Es lo que comúnmente se conoce como un pago a cuenta o anticipos del IRPF.
Al calcular este impuesto de forma anual, en el trámite con Hacienda y la Agencia Tributaria el trabajador puede llegar a tener que pagar más porque se le ha retenido menos de lo que le correspondía o puede recibir una devolución porque sus retenciones han sido superiores o porque cuenta con diversas deducciones.
El porcentaje del salario bruto que se le retiene a un trabajador depende del salario bruto mismo, así como también, de la situación personal de cada empleado (soltero, casado, con hijos, sin hijos, etc).
¿Sobre qué base se calcula el IRPF?
En el cálculo anual, el IRPF total a pagar se calcula sobre la base imponible del IRPF. La base imponible es la que reúne todos los rendimientos del contribuyente, como sería el salario bruto anual del trabajador, conocido también como los rendimientos del trabajo, así como otros ingresos que pudiera tener a lo largo del año, como pudieran ser los intereses devengados en alguna cuenta de ahorros, lo que se conoce rendimientos del capital, o por ganancias o pérdidas patrimoniales.
La base liquidable resulta de restar a la base imponible las deducciones y reducciones a las que tiene derecho cada contribuyente, así como el mínimo del contribuyente, y el mínimo personal y familiar, que es la cantidad destinada a cubrir las necesidades vitales de las personas que de él dependen así como las del contribuyente mismo.
Reducciones y deducciones
Dentro de las reducciones a la base imponible del IRPF se encuentran la reducción por tributación conjunta, reducciones por aportaciones a sistemas de previsión social, reducciones por aportaciones a personas con discapacidad, reducciones por pensiones compensatorias, entre otras. Y dentro de las deducciones se encuentran las deducciones por maternidad, deducciones de familia numerosa, por ascendiente con dos hijos o a cargo de personas con discapacidad, principalmente.
Estas reducciones y deducciones se aplican dependiendo de las circunstancias personales de cada trabajador, si está casado o soltero, si tiene hijos, si estos son menores de 3 años, si tiene a su cargo a personas mayores (sus padres u otro familiares), etc.