Si estás interesado en obtener un préstamo o incluso ya lo obtuviste, hay un término por ahí que seguramente has escuchado, y es la famosa TAE o Tasa Anual Equivalente.
Por lo general, cuando tenemos el apuro causado por la falta de liquidez, lo que más nos interesa es obtener un préstamo y no nos detenemos a pensar qué significa y qué importancia tiene sobre nuestro préstamo. En el mejor de los casos, percibimos qué es una especie de tasa de interés, pero realmente no nos detenemos a investigar a qué se refiere exactamente, cómo se calcula y mucho menos pedimos a la entidad financiera, llámese banco o prestamista, que nos lo explique.
Pero la TAE no solo está presente al momento de pedir un préstamo, sino también al momento de ahorrar o bien, cuando hacemos compras con nuestra tarjeta de crédito y se nos cobran intereses.
En España, es obligatorio que la TAE figure en los documentos y publicidad de los productos financieros, siempre y cuando se haga referencia al aspecto económico del préstamo.
Esta no va a ser una clase de economía pero te va a ayudar a conocer que es la TAE, cómo se calcula y que influencia tiene al momento de elegir un depósito, tomar un préstamo o incluso una hipoteca. Para cada caso, la TAE tiene un significado diferente.
Pero vayamos al grano…
En términos generales, ¿qué es la TAE?
TAE son las siglas de Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva y se obtiene de una fórmula matemática que incluye al Tipo de interés Nominal (TIN), las comisiones pagadas y el plazo de la operación.
La TAE está presente tanto en productos de ahorro, así como en préstamos al consumo o de tipo hipotecario.
¿Qué incluye la TAE?
Cuando se trata de productos de ahorro, la TAE recoge las liquidaciones de pago. Diciéndolo de forma más sencilla, la TAE es la tasa que realmente produce el dinero ahorrado o invertido. Por ejemplo, si invirtiéramos 1 millón de euros a un plazo de un año con una tasa de interés nominal del 4%, al término de ese año el dinero invertido habría producido un monto de intereses equivalentes a 40.000 euros. Pero si en lugar de cobrar esos 40.000 euros al final del año, la entidad financiera nos ofreciera la posibilidad de cobrar ese interés ganado en periodos mensuales, trimestrales o semestrales, el poder disponer de ese dinero de forma anticipada, supone un interés, el cual viene siendo la TAE, esto es, la suma de los valores futuros de los flujos de interés.
En cambio, para productos de préstamo de consumo o personales e hipotecarios, la TAE incluye para su cálculo dos conceptos, la comisión de apertura y la comisión de cancelación anticipada. La variación de la TAE se da ya que en los préstamos de consumo es más alta ya que son operaciones de mayor riesgo para los bancos o prestamistas y aplican comisiones más altas a manera de protección.
¿Qué es una comisión de apertura?
Bajo el término de comisiones de apertura se agrupan todos los gastos en los que incurren las entidades financieras por tramitar un contrato de préstamo/crédito. Por lo general, esta comisión se paga una sola vez a la firma del contrato, pero también es posible poder pagarla a lo largo de la vida del préstamo.
¿Qué es la comisión por cancelación anticipada?
La comisión de cancelación anticipada, también conocida como amortización anticipada, es la comisión que cobran los bancos cuando un préstamo se cancela antes de su vencimiento. Si bien, las entidades financieras reconocen el derecho de los prestatarios a cancelar un préstamo antes de que termine el plazo, los intereses que se obtendrían del préstamo están calculados para todo el plazo del préstamo, de modo que al ser cancelado de forma anticipada, el beneficio por intereses que esperaba la entidad financiera es menor, por lo que es normal que como compensación, cobren un porcentaje sobre la cantidad cancelada o una comisión. Cuando se trata de un interés variable, por ley la comisión por cancelación anticipada está limitada a un máximo de un 1%.
TAE de un préstamo
La TAE o Tasa Anual Equivalente es un indicador anual que sirve para comparar el coste efectivo de dos o más préstamos con el mismo plazo, aunque estos tengan condiciones diferentes.
Para calcularla se utiliza una fórmula matemática normalizada en base a:
El Tipo de Interés Nominal o TIN, que es la tasa que aplica la entidad financiera por prestar dinero
La frecuencia de las cuotas para devolver el préstamo, ya sea mensual, trimestral, anual, etc.
Las comisiones bancarias
Los gastos de operación asumidos por el consumidor
Para el caso de préstamos, la TAE incluye las comisiones bancarias excepto los gastos derivados del incumplimiento de las obligaciones de pago del cliente y tampoco incluye otros gastos como los que podrían ser los de notaría.
TAE de un depósito
Conocer la TAE de un depósito nos sirve como un indicador para comparar distintas ofertas de este tipo de producto financiero. La TAE, a diferencia del TIN, tiene en cuenta el periodo de vencimiento del depósito así como las posibles comisiones que pueda llegar a cobrar una institución financiera. Además, la TAE también considera la reinversión de los intereses generados en el periodo, mientras que el TIN no.
En un depósito, la TAE nos muestra la rentabilidad, y debemos buscar que sea lo más alta posible. Y por el contrario, en un préstamo o hipoteca, la TAE nos muestra el precio de ese dinero a préstamo, por lo que debemos buscar que sea lo más baja posible.
¿Qué son la TAE y el TIN?
Ambas tasas nos sirven para calcular el coste o rentabilidad de un producto financiero, pero no son lo mismo.
Como ya lo habíamos mencionado, la TAE es la Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva y nos indica el coste o rendimiento real que tiene un cierto producto financiero. Mientras que la TIN, que significa Tipo de Interés Nominal, indica el tipo de interés que se le aplica a un producto financiero durante un periodo determinado de tiempo. Ambas, TIN y TAE, se expresan en porcentaje.
Tanto el TIN como la TAE nos los vamos a encontrar en los siguientes productos financieros:
Hipotecas, a tipo variable o mixto
Préstamos, como préstamos personales, tarjetas de crédito, etc.
Productos de ahorro, como depósitos, fondos de inversión, cuentas de ahorro, y otros.
¿Cuál es la diferencia entre ellas?
La diferencia radica en que TAE calcula el coste real del producto financiero porque incluye al TIN, el plazo de la operación más los gastos y comisiones. Mientras que el TIN sólo se refiere al interés que aplica la entidad financiera a un producto por un tiempo determinado.
Vamos a comparar dos préstamos en este breve ejemplo:
Préstamo 1
Préstamo 2
Tipo de interés nominal (TIN): 7.50%
Tipo de interés nominal (TIN): 6.50%
Plazo: 5 años
Plazo: 5 años
Comisión de apertura: 1.50%
Comisión de apertura: 2,30%
Vinculaciones: No
Vinculaciones: Sí
TAE = 8,45%
TAE = 8,64%
En este ejemplo a pesar de que el TIN del Préstamo 2 es más bajo que el TIN del Préstamo 1, y aunque los dos préstamos tienen el mismo plazo, el coste más alto de la comisión por apertura del Préstamo 2,provoca que esta TAE sea más costosa que la del préstamo 1, y al final del plazo del préstamo acabarás pagando más por el Préstamo 2 que por el Préstamo 1.
¿A cuál tasa debemos poner atención?
A las dos, sin embargo hay que poner especial atención en la TAE porque nos permite comparar dos productos financieros con la misma duración y con condiciones diferentes.
Cuando sólo comparas el TIN, puedes tomar una decisión equivocada ya que pueden ofrecerte un préstamo con un TIN muy bajo en comparación a otra oferta, pero con unas comisiones de apertura muy costosas lo que puede hacer que la TAE sea más alta para un producto con un TIN bajo. Por lo tanto, hay que considerar tanto el TIN como la TAE para tomar la mejor decisión.
Si lo que queremos es pedir un préstamo, debemos buscar al que menor TAE tenga, en el caso de estos ejemplos sería el Préstamo 1, pero si lo que estamos buscando es el mejor depósito, debemos buscar al que mayor TAE ofrezca.
¿Qué valor tiene TAE en relación al TIN?
Es difícil dar una cifra exacta ya que son las entidades financieras las que estipulan el TIN y por ende la TAE, pero normalmente, cuando se trata de productos de ahorro, casi siempre la TAE se encuentra unos puntos por debajo del TIN, y para los préstamos, la TAE suele encontrarse unos puntos por encima del TIN.
Si quieres puedes consultar aquí las tablas que ofrece el Banco de España dentro de su sitio web que te permite consultar las rentabilidades de los productos financieros que te hemos mencionado.
En esta información, proporcionada por el Banco de España, los bancos ofrecen préstamos personales a Tasas Anuales Equivalentes (TAE) del 7% al 8% dependiendo del plazo, en hipotecas la TAE está alrededor de un 2%.
Para depósitos, la TAE media que ofrecen los bancos españoles es de un 0,31% en depósitos a un plazo mayor a los 2 años. Sin embargo, en el mercado financiero español, hoy en día hay una gran cantidad de depósitos que superan esta media, por lo que te encontrarás una gran cantidad de ofertas de este tipo de producto para que puedas escoger el que mejor te convenza.