Ratio de liquidez, un importante factor a considerar
¿Se te está presentando alguna oportunidad de negocio a la que no puedes acceder por falta de liquidez? ¿Tienes cuentas por pagar y no has recibido el pago que estás esperando? ¿Necesitas un respaldo o financiación? ¿Estás pensando en pedir un préstamo?
Si tu empresa se encuentra en una de estas situaciones y estás pensando en pedir un préstamo o una línea de crédito, hay algo que debes considerar antes de aventurarte a contraer una obligación a la que quizás no puedas hacerle frente.
Una de las cosas que debes conocer es el ratio de liquidez de tu empresa. ¿Sabes a qué se refiere?
Sin que este artículo pretenda ser un curso de contabilidad, para que puedas entender bien qué es el ratio de liquidez y la importancia que tiene para una empresa, a continuación te presentamos diferentes conceptos relacionados con él.
¿Qué es el ratio de liquidez?
En pocas palabras, el ratio de liquidez se refiere a la capacidad de una empresa para afrontar compromisos financieros al corto plazo, esto es, en el término de un año.
Al ratio de liquidez también se le conoce como ratio de solvencia a corto plazo, o bien, razón de circulante, y se calcula de una forma muy sencilla:
Ratio de Liquidez = Activo Circulante / Pasivo Circulante
Dependiendo del resultado obtenido, se estudia la situación actual de la empresa y se calculan los posibles riesgos de insolvencia. En sí esta operación es muy sencilla, siempre y cuando lleves tu contabilidad al día y conozcas tus activos y pasivos circulantes.
¿Que son el activo y pasivo circulante?
El activo circulante, también llamado activo corriente, se forma por el efectivo y todas aquellas partidas que se pueden convertir en dinero dentro del término de un año, como pueden ser inversiones a corto plazo y las cuentas por cobrar. Mientras que el pasivo circulante, también llamado pasivo corriente, está formado por las cuentas de pasivo que agrupan las deudas y las obligaciones que deben ser atendidas dentro del término de un año, como podrían ser pagos de créditos, el pago de impuestos, los pagos de nómina y otras cuentas por pagar.
La relación del activo circulante y el pasivo circulante es la que determina el ratio de liquidez.
El activo corriente se forma de tres grandes grupos:
Tus inventarios que se convierten en dinero al vender
Tus cuentas por cobrar formadas por tu derecho de cobro a clientes y otros deudores e inversiones de retorno rápido
Tu tesorería, formada por el dinero en efectivo (caja, cuenta corriente y otras similares)
Y son los que hay que controlar para asegurar la liquidez de la empresa y su margen de maniobra.
¿Para qué sirve el ratio de liquidez?
Una de las prioridades de cualquier empresa es la optimización de todos los activos disponibles. Entre todos ellos se destaca la liquidez, y el ratio de liquidez es un valor reconocido para medirla.
La liquidez de una empresa está formada por el efectivo y los derechos de cobro, ya que estos son los que le van a permitir cumplir con sus obligaciones de pago al corto plazo.
La gestión de los activos se basa en anticipar las entradas y salidas de efectivo, evaluando los riesgos y planificando las medidas de ajuste, ya que de esta forma se puede garantizar que siempre hay dinero suficiente en cuenta.
Cuando esta partida se gestiona correctamente, estamos apostando por la solvencia y la capacidad operativa.
¿Cómo determinar el ratio de liquidez?
Como mencionamos anteriormente, el ratio de liquidez se calcula así:
Ratio de liquidez = Activo Circulante = Inventarios + Cuentas por Cobrar + Tesorería Pasivo Circulante Pasivo Circulante
Aunque depende mucho del sector al que pertenece tu empresa y a la actividad a que se dedique, podríamos decir que un ratio de liquidez de 1,5 a 2 es un valor óptimo. Pero cuando este valor es 1 o menos, se tiene un factor de maniobra negativo.
Otro valor que puedes conocer, es el margen de maniobras, el cual se calcula de la siguiente forma:
Margen de Maniobras = Activo Circulante – Pasivo Circulante
El cual te permite conocer si tu activo circulante es suficiente para hacer frente a tu pasivo circulante.
Para poder calcular el ratio de liquidez necesitas tener a la mano el balance contable de tu empresa para recoger algunos datos.
Te presentamos el siguiente ejemplo para que aprendas a calcularlo:
Activo
Pasivo
Activo Fijo
80.637
Patrimonio
24.733
Activo Circulante
26.337
Pasivo Fijo
56.012
Inventarios
5.280
Pasivo Circulante
26.229
Cuentas por Cobrar
12.078
Tesorería
8.979
Total Activo
106.974
Total Pasivo
106.974
En este ejemplo, el ratio de liquidez resultante es:
Ratio de liquidez = 26.337 = 5.280 + 12.078 + 8.979 = 1,004
26.229 26.229
Para esta empresa, la situación no es ideal, ya que su ratio de liquidez es 1,004 el cual es algo peligroso, sin embargo, tiene un importe de tesorería alto y su inventario es bajo lo que nos indica que la empresa puede atender a sus clientes sin mucho inventario y cuenta con efectivo inmediato, pero su deuda a corto plazo (pasivo circulante) es alta.
El riesgo es que la deuda a corto, en proporción, es muy alta. Aunque sea controlable no es la situación ideal.
En este otro ejemplo tenemos que:
Activo
Pasivo
Activo Fijo
6.686
Patrimonio
20.051
Activo Circulante
28.563
Pasivo Fijo
1.081
Inventarios
358
Pasivo Circulante
14.117
Cuentas por Cobrar
18.662
Tesorería
9.543
Total Activo
35.249
Total Pasivo
35.249
En este ejemplo, el ratio de liquidez resultante es:
Ratio de liquidez = 28.563 = 2,023
14.117
El ratio de liquidez para esta empresa supera el valor óptimo. Tiene un patrimonio elevado, su tesorería es robusta, y su deuda al corto plazo es baja en proporción a su capacidad de pago. Podríamos decir que tiene margen de sobra para emplear algunos activos de forma mas rentable.
La importancia de la tesorería
Cualquier activo líquido termina convirtiéndose en tesorería y esta es la que le da a la empresa la liquidez inmediata y solvencia para cubrir las necesidades del día a día.
¿Cómo se mide su fortaleza? Por medio del ratio de liquidez inmediata, el cual es un indicador más exigente para valorar la capacidad operativa de la empresa y su rapidez de respuesta ante los imprevistos. El ratio de liquidez inmediata puede calcular la fortaleza de la tesorería en relación a todo el activo circulante.
El cálculo es sencillo:
Ratio de liquidez inmediata = Tesorería Pasivo Circulante
El ratio óptimo depende aún más de la actividad de la empresa que el anterior. Un buen valor del ratio de liquidez inmediata debe estar entre 0,2 y 0,3.
Lógicamente, su valor no debería ser tan alto como el ratio de liquidez, porque esto indicaría que se tiene el efectivo disponible que se debe pagar dentro de varios meses. Sin embargo, su valor debe ser suficiente para cubrir los pagos próximos a vencer, que pueda recuperarse y poder hacer frente a los pagos que siguen.
Cuanto más lento sea el flujo de la tesorería, y la conversión de activos en dinero, más elevado debe ser este ratio para garantizar la solvencia de la empresa.
Un valor muy bajo de este ratio estaría mostrando una señal de alarma ya que nos indica una pérdida de capacidad operativa y retraso en los pagos. Esto en definitiva, causaría desconfianza de nuestros empleados y acreedores. Cuando este riesgo persiste, comienzan a cerrarse las vías de financiación multiplicándose el estado de estrangulamiento financiero, existiendo un grave peligro de cierre.
Siguiendo con los ejemplos anteriores, para nuestra primera empresa tenemos que su ratio de liquidez inmediata sería:
Ratio de liquidez inmediata = 8.979 = 0,342
26.229
Y para la segunda empresa tenemos:
Ratio de liquidez inmediata = 9.543 = 0,675
14.117
Como puedes ver, ambas compañías son solventes. Su tesorería es alta y sus cuentas por cobrar son suficientes para agilizar aún más su liquidez en caso de ser necesario
Además de que estas dos empresas tienen mucha liquidez, en la segunda compañía, con un ratio de liquidez inmediata tan alto nos está indicando que no está optimizando bien sus recursos y tiene dinero ocioso y por lo tanto improductivo. Recuerda que dinero que no se gana es una pérdida.
Además, debes tener en cuenta que las operaciones que no se cobran al contado, los plazos de tus cuentas por cobrar deberán ser más cortos que los de tus cuentas por pagar, de esta manera, lograrás tener una tesorería fuerte y solvente.
Ahora que ya conoces un poco más sobre el ratio de liquidez, el ratio de liquidez inmediata, es buen momento para que analices tu balance contable y veas que es lo que está funcionando en tu empresa y lo que no y poder hacer los ajustes necesarios, y en caso de necesitar de un financiamiento para hacer crecer tu empresa, saber si eres capaz de afrontarlo en el corto plazo.