¿Estás en un momento en el que tus deudas te están ahorcando y sientes que te falta el aire? Seguramente estás endeudado más allá de lo que tu capacidad de pago te lo permite y no sabes qué hacer. Te queremos decir que no estás solo, hay muchas personas que se encuentran en la misma situación, pero bien lo dice el dicho, “mal de muchos, remedio de tontos”. Lo que queremos decirte es que no porque haya muchas personas endeudadas hasta el cuello como tú, quiere decir que está bien o que te cruces de brazos y no hagas nada. Todo lo contrario, tienes que solucionar tu situación económica, ya que no hacerlo te va a causar serios dolores de cabeza.
Qué puedes hacer para salir de deudas
Para salir de deudas, hay varias cosas que puedes hacer, como hablar con tus acreedores y tratar de renegociar tus deudas, o bien, pedir un préstamo para poder saldar algunos de tus adeudos, incluso, puedes tratar de incrementar tus ingresos con un trabajo adicional para poder cumplir con tus pagos mínimos, y hasta pedir un milagro y pegarle al gordo (aunque esto no es imposible, es poco probable), e incluso, llegar hasta el último recurso y acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad.
Si te fijas, hay muchas opciones a las que puedes recurrir, pero antes de tomar alguna decisión tienes que saber cuáles son los pros y los contras de cada una de ellas. Lo principal es que no te desentiendas de tus deudas y que asumas la responsabilidad de un problema generado por ti, pero de una forma que sea viable y que te permita recuperar la tranquilidad y el control de tus finanzas personales.
La reunificación de deudas
Esta es una de las opciones para salir de deudas que te acabamos de mencionar y aquí te vamos a aclarar bien en qué consiste de modo que puedas evaluar si esto es lo que te conviene hacer o de decantas por otras opciones.
Dicho de una forma sencilla, la reunificación de deudas consiste en agrupar todas las deudas (préstamos personales, tarjetas de crédito o hipoteca) que tengas contraídas con diferentes acreedores, en una nueva deuda única con un solo acreedor. Esto te permite afrontar un solo pago mensual de una cuantía menor a lo que hoy vienes pagando sumando todos tus pagos actuales, aunque por un plazo más largo.
Sí, leíste bien, al reunificar tus deudas estás adquiriendo un nuevo préstamo que sirve para liquidar tus adeudos actuales adquiriendo ahora, una nueva deuda en la que pagarás mensualidades más bajas pero por mayor tiempo.
Puedes llevar a cabo la reunificación de deudas por medio de un ‘préstamo’ o de una ´hipoteca’, y puedes tramitarla a través de los bancos o con empresas intermediarias especializadas.
Ten en cuenta que si bien, hoy en día, la reunificación se ha convertido en algo que podríamos calificar de ‘popular’ debido principalmente al auge del sobreendeudamiento que existe en España, no siempre puede ser tu mejor opción. Antes de decantarte por una reunificación de deudas hay mucha información que debes conocer.
Estas son las características de la reunificación
Las características de esta opción son las siguientes:
Te permite agrupar todas tus deudas pendientes en un solo producto financiero.
La reunificación tiene como objetivo disminuir el monto que abonas mensualmente a tus diferentes deudas, con lo cual lograrás un mejor manejo y control de tus finanzas personales.
La reunificación implica una cancelación anticipada de tus deudas existentes, lo cual podría acarrearte algunos gastos, como las comisiones por cancelación anticipada de algunos préstamos personales.
Pueden cancelarse deudas con impagos, pero esto depende de la institución que elijas para reunificar tus deudas.
Te permite salir de los listados de morosos.
Puedes realizar la reunificación de forma personal o a través de empresas intermediarias.
Considera que la mayoría de las entidades de defensa del consumidor como los bancos, aconsejan acudir a esta opción con la debida prudencia.
Una reunificación de deudas puede estar sometida a riesgos especiales, como son el incremento del coste del nuevo contrato en función de las actividades específicas a realizar, sus modalidades de pago y ejecución, así como los impuestos y gastos que apliquen.
Los tipo de reunificación de deudas
Dependiendo del monto de tus deudas y las garantías que te soliciten, la reunificación puede ser de diferente tipo:
Reunificación hipotecaria, la cual se aplica para deudas de in monto mayor, lo que te permite obtener préstamos a un plazo más largo e intereses bajos. El monto del nuevo préstamo no debe ser mayor al 80% del valor de la vivienda hipotecada y además, no se utiliza para deudores con impagos.
Reunificación con impagos, la cual consiste en un préstamo personal. Con este tipo de reunificación, obtienes un plazo de amortización más corto pero con una tasa de interés más alta. Puede abarcar todo tipo de deudas menos las hipotecarias.
Reunificación con nómina, la cual te permite obtener un préstamo garantizado con tu nómina.
Reunificación con otras garantías, en donde las entidades intermediarias pueden aceptar como garantía otros inmuebles como oficinas, plazas de garaje, o incluso, un avalista.
Seguridad de la reunificación de deudas a través de un intermediario
Gracias a la innovación de los productos financieros, en España han aparecido nuevos prestadores de servicios diferentes a las entidades de crédito y los servicios de intermediación del crédito, que otorgan créditos y préstamos hipotecarios. Ante ellos puedes reunificar tus deudas teniendo la seguridad de que estos prestadores de servicios están regulados por la Ley 2/2009 debido a que no están sometidas a la supervisión del Banco de España.
Esta ley regula la contratación de préstamos o créditos hipotecarios en relación con los derechos de los consumidores. Además, establece que las empresas intermediarias deberán estar inscritas en el Registro Estatal de Empresas y contar con un seguro de responsabilidad civil o aval bancario.
Dentro de esta ley, se contempla que las entidades intermediarias deben cumplir con la Orden de Transparencia, la cual reconoce el derecho de desistimiento del consumidor dentro de los 14 días siguientes a la formalización del contrato.
En el enlace anterior puedes consultar a detalle el contenido y ámbito de aplicación de la Ley 2/2009 por medio de la cual se regula la contratación con los consumidores de préstamos o créditos hipotecarios y de servicios de intermediación para la celebración de contratos de préstamo o crédito.
¿La reunificación y la reestructuración de deudas se refieren a lo mismo?
Algo que debes tener en cuenta, es que la reunificación de deudas no es lo mismo que la reestructuración o la refinanciación de las deudas.
La reestructuración de deudas es otra opción que tienes para hacer frente al sobreendeudamiento. En la reestructuración llegas a un acuerdo o negociación con tus acreedores obteniendo nuevas condiciones de pago para deudas ya existentes. Es decir, la o las deudas no dejan de existir, simplemente se renegocian obteniendo en ocasiones, cuotas de menor cuantía o plazos más largos en cada una de las deudas que logres renegociar.
En cambio, la reunificación de deudas consiste en agrupar todas tus deudas, ya sean hipotecarias, de préstamos personales o de tarjetas de crédito, para consolidarlas en un producto financiero único e incluye la liquidación de tus deudas anteriores. Una vez dada la reunificación, pasas de tener varias deudas con diferentes fechas de vencimiento a una sola deuda con un sólo pago mensual de menor cuantía comparado con el total que venías pagando antes de la reunificación, pero a un plazo más largo, lo cual implica que tu deuda ahora es mayor, pero más fácil de pagar.
Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad
La Ley 25/2015 mejor conocida como la Ley de la Segunda Oportunidad está dirigida a deudores que se encuentran en un estado de insolvencia actual o inminente. Esta ley te permite eliminar hasta el 100% de tus deudas de forma legal y efectiva y fue creada en el año 2015 por el gobierno español para darle una nueva ‘oportunidad’ a las personas sobreendeudadas. Por medio de esta ley puedes cancelar las deudas que no puedes pagar, salir de los listados de morosos y volver a pedir financiación. Toma en cuenta que la exoneración de las deudas está sujeta al cumplimiento de los requisitos de esta ley así como de sus cláusulas.
Esta opción, es la más recomendada para deudores que se encuentran en situación de embargo y ya no disponen de recursos que les permitan seguir pagando sus deudas. Tanto los particulares, como los autónomos o empresarios, pueden acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad.
En el caso de los particulares, tanto la crisis económica como la pandemia del Covid-19, provocaron que una gran cantidad de personas vieran disminuidos sus ingresos, con lo que dejaron de pagar sus deudas para poder salir adelante. Esto generó una gran cantidad de deuda creciente e imposible de pagar, en préstamos bancarios, tarjetas de crédito y microcréditos.
También, la crisis económica y la pandemia afectó a los autónomos y empresarios, quienes se vieron forzados a cerrar sus negocios dejando una gran cantidad de deudas impagas, como deudas en Hacienda y la Seguridad Social, y deudas privadas en préstamos bancarios y pago a proveedores.
Esta ley les permite, volver a tomar rumbo una vez que las deudas son canceladas.
Requisitos para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad
El requisito básico indispensable para poder acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad es ser insolvente, esto es, estar imposibilitado para pagar las deudas pendientes, siendo la insolvencia actual como inminente.
Además, se debe cumplir con lo siguiente:
Las deudas deben provenir de al menos dos acreedores distintos.
Las deudas no pueden ser mayores a los 5 millones de euros.
Durante los últimos 10 años no haber sido sentenciado por los siguientes delitos: contra el patrimonio, orden socioeconómico, falsedad de documentos, Hacienda, Seguridad Social o derecho de los trabajadores.
No haberse acogido a la Ley de la Segunda Oportunidad durante los últimos 10 años.
Ser considerado deudor de buena fe.
Diferencias entre la reunificación de deudas y la Ley de la Segunda Oportunidad
Como ya lo acabamos de comentar, la Ley de la Segunda Oportunidad está dirigida a aquellos deudores que se encuentran en situación de insolvencia y se recomienda a deudores que se encuentran en situación de embargo o sin recursos para hacer frente a sus deudas.
En cambio, la reunificación de deudas es un recurso al que puedes acudir antes de llegar a una situación de insolvencia o precisamente, para no caer en ella, incluso aunque estés en las situación de morosidad. Se recomienda cuando las deudas no son muy cuantiosas pero el nivel de endeudamiento supera el nivel de ingresos. La principal ventaja de la reunificación de deudas es que pasarás a pagar una mensualidad menor pero la pagarás por un periodo de tiempo más largo.
Con esto en mente, tienes que tener en cuenta que la reunificación de deudas no tiene nada que ver con una reducción de tus deudas, todo lo contrario. Tu deuda se incrementa, ya que aunque tus pagos mensuales sean menores, el plazo de amortización es más largo.
Si lo que estás buscando es reducir tus deudas, se recomienda acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad y tratar de llegar a un acuerdo con tus acreedores, pero recuerda que este es un recurso único para personas insolventes.
¿Cuándo es recomendable reunificar las deudas?
La reunificación se recomienda a personas cuyos ingresos se mantendrán estables durante el tiempo, pero que actualmente se ven agobiados con las cuotas mensuales, de modo que les será atractivo ‘aumentar su deuda’ a cambio de pagar cuotas más reducidas. De esta forma logran reducir sus gastos mensuales y evitan caer en impagos y posibles embargos. También es recomendable cuando se busca una mayor liquidez, la cual se logra al pagar una cuota más reducida.
Sin embargo, la reunificación NO se recomienda a personas que no gozan de una estabilidad económica, ya que al ‘alargar’ el plazo de pago de la deuda, se está incrementando el nivel de endeudamiento a largo plazo. Si estás en una situación de endeudamiento creciente, estás parado o tu negocio se fue a la quiebra, esta no es una buena opción.
Pensando en que ahorita tienes una hipoteca, préstamos personales y deudas en tus tarjetas de crédito y optas por una reunificación de deudas, en lugar de tener 3 o más deudas, pasarás a tener una sola deuda, pero esta reunificación sería con hipoteca. En el caso de que al largo plazo no pudieras pagar la deuda reunificada, estarías poniendo en peligro tu vivienda. Antes de la reunificación, los impagos de préstamos personales y de tarjetas de crédito no ponían en peligro tu vivienda, únicamente la falta de pago de la hipoteca misma.
Requisitos de la reunificación
Estos requisitos varían de una entidad, ya sea intermediaria o bancaria, a otra. La recomendación para cuando tienes la mayoría de tus deudas con un banco es solicitar la reunificación con ellos, y aunque no hay requisitos establecidos, cada banco evalúa los casos de reunificación de forma individual.
Un banco puede pedirte como requisitos los siguientes:
No estar incluido en una lista de morosos.
No tener impagos.
Contrato de trabajo o un ingreso estable y demostrable que avale tu capacidad de pago.
Una garantía hipotecaria o avalista, aunque hay la posibilidad de reunificar sin garantía hipotecaria, los intereses para esos casos son más elevados.
Cómo reunificar deudas cuando hay impagos
Cuando tienes impagos es muy difícil que un banco te conceda una reunificación de deudas, pero las entidades intermediarias sí lo hacen, luego de estudiar el tipo de deudas e impagos que tengas. Aquí deberás prestar especial atención al tipo de interés que te ofrecen, el cual seguramente será más alto ya que el riesgo que corren estas entidades ‘financiando’ tu reunificación de deudas es alto.
Gastos de una reunificación
Como en una reunificación estás pagando de forma anticipada tus deudas actuales y además estás aperturando un nuevo préstamo, hay gastos asociados que tienes que considerar pero toma en cuenta que estos gastos no son fijos, depende de la entidad financiera o intermediaria que elijas y el número de deudas con que cuentes.
De forma general, estos gastos pudieran ser:
Comisiones por la cancelación anticipada de deudas
Comisiones por apertura del nuevo préstamo.
Gastos de notaría, gestoría y tasación de la vivienda
Impuestos asociados
Honorarios
¿Se pueden reunificar todas las deudas?
Nos gustaría decirte que sí, pero realmente no. No es posible reunificar deudas con la Seguridad y con Hacienda, así como tampoco deudas que escapen de bancos y entidades privadas. En el caso de la Seguridad Social y Hacienda, puedes optar por pedir aplazamientos o acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad.